domingo, 19 de mayo de 2013

La amargura
de tu señuelo se
ve en las presas.

Quien piensa
dice. Quien maldice
ilusiona.

Se comió sus
pulmones sin saber que
eran los malos.

Nicotina en
el cerebro escritor
relata lilas.

Parpadeó un segundo y ya habían pasado mil años.

Sentada en la montaña, pensaba en lo que diría un chico arrojado desde un precipicio.

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